Los podólogos recomiendan una revisión al año para aquellas personas que aparentemente no tienen problemas.
Son muchas las personas que aún no han acudido al podólogo al menos alguna vez en su vida y los pies han pasado a ser el gran olvidado del cuerpo. Es recomendable replantearse esta situación y acudir, por lo menos, una vez al año. Aunque no se tengan dolores, es fundamental un correcto cuidado para mejorar de manera considerable la salud en general.
Esta revisión es aconsejable realizarla coincidiendo con el cambio de estación y el cambio de calzado; María de Nava que tiene su centro podólogico en Salas de los Infantes recomienda realizar esta revisión en el cambio de primavera a verano o bien del verano al invierno.
La prevención es esencial, la esperanza de vida ha aumentado con los años y con ello el riesgo de pacientes con patologías, como pueden ser los diabéticos o pacientes con insuficiencia circulatoria. La mejor manera de evitar disgustos es poder diagnosticar el problema a tiempo.
No hay que olvidarse de los niños ya que se trata de otro grupo de riesgo y la importancia de secarse bien los pies y calzado adecuado.
También resalta la importancia de acudir a un centro con licencia específica para ello, ya que cuenta con unos requísitos exhaustivos sanitarios. De hecho, los propios clientes al acudir a un centro especializado se dan cuenta de la importancia que tiene al acudir a un centro que cumpla con todas las garantías sanitarias.
Cuidado con algunos tipos de calzado
No importa que se usen zapatos muy buenos, si el tacón pasa de tres a cuatro centímetros no son nada recomendables por los expertos.
Aunque también existe el lado opuesto, un zapato excesivamente plano como es el caso de las bailarinas o las chanclas en esta época del año generan muchos problemas de tendinitis, afirma María de Nava. Recomienda usar “un calzado con buena suela y flexible que sujete bien el pie y el tobillo”. Y Ahora en verano con el uso de las sandalias son buenas siempre y cuando se sujeten al tobillo y no sean excesivamente planas.
Otro de los problemas que se encuentra en su clínica respecto a cierto uso de calzado es el uso de botas de seguridad, que aunque son obligatorias durante la jornada laboral, ella recomienda que en caso de que se tenga una jornada partida, cambiarse de calzado aunque sea solo para comer o para estar un rato en casa.
También existe la posibilidad de cambiar las botas por otras distintas en caso de que no vayan bien; ya que dentro del calzado de seguridad existen muchas marcas con calidades muy distintas.
Es mejor alternar distintos tipos de calzado y no usar siempre el mismo.
No hay que olvidar que sobre los pies se está cargando al andar el doble del peso del cuerpo y en el caso de realizar una actividad deportiva, como por ejemplo correr, se puede estar descargando hasta cuatro veces el peso de la persona, de ahí la importancia de elegir un buen calzado.