La comitiva sale de la plaza a las nueve de la mañana tomando como punto de partida la casa del párroco. Los chiquillos cantan a coro:
Las cuarentenas
santas y buenas
tengan ustedes
la enhorabuena.
Mozo robusto
pulida doncella
ya llega el tiempo
de hacer penitencia.
Benditos los pies
que van a la iglesia
benditas las manos
que cogen y dejan.
Cuando llegan a la casa del Curato, se colocan en formación y el Rey llama a la puerta. Pasados unos momentos, todos a una cantan:
Sacerdote noble
¿cuál es tu amada?
la Hostia y el Cáliz
y la Virgen María.
Termina la copla con el estribillo de petición:
Ángeles somos,
del cielo venimos
cestas traemos
tocinos, huevos y cuartos pedimos.
A partir de ese momento, la comitiva hace su parada en todas y cada uno de los domicilios del pueblo, entonando la primera canción y fragmentos de romances con música cadenciosa y solemne unas veces y satíricas e hilarantes otras.
Las hay para todos los gustos y muchas poseen carácter novelesco.
